Desafío total (Paul Verhoeven, 1990) es el título en España de Total Recall. No es una mala traducción comparándolo con El vengador del futuro en Hispanoamérica o Atto di Forza en Italia. Basada en un relato corto de Philip K. Dick (Podemos recordarlo todo por usted al por mayor, 1966), donde el ámbito de lo psicológico es lo que prima, esta película convierte la idea de Dick en una aventura de acción que respeta la idea original mucho más de lo que parece.

Tras muchos años trabajando en un guión basado en este relato, por fin les llegó el momento a Ronald Shusett y Dan O’Bannon de llevarlo a la realidad, aunque, por una serie de circunstancias que pasaron por distintos posibles directores (Bruce Beresford y David Cronemberg) y posibles actores para el papel protagonista (Christopher Reeve, Richard Dreyfuss, William Hurt y Patrick Swayze) finalmente llega el proyecto a manos de Paul Verhoeven y Arnold Schwarzenegger.

La acción transcurre en 2048, un momento en el que la humanidad está colonizando el Sistema Solar gracias a los avances tecnológicos, pero en el que los conflictos sociales siguen con la misma tónica que antaño. Douglas Quaid, el personaje interpretado por Schwarzenegger, es un trabajador de la construcción obsesionado con Marte, un lugar en el que le gustaría vivir a pesar de los graves conflictos que tienen lugar allí, donde una colonia humana vive bajo el dominio del gobernador Cohaagen (Ronny Cox), que gestiona el recurso más precioso para la supervivencia humana en el planeta rojo (el aire), y que se lucra gracias a la extracción de un misterioso mineral: el turbidio.

Ante la negativa de su esposa Lori (Sharon Stone), Quaid decide recurrir a los servicios de una empresa para que le implante recuerdos falsos de una aventura marciana, pero el proceso se complica y comienza una trepidante aventura que se supone que le llevará realmente a Marte.

Con la colaboración de Manuel Sánchez Angulo, microbiólogo y creador del Podcast del microbio y del blog Curiosidades de la Microbiología, y de Raúl Cornejo, periodista y creador del blog y podcast Vivir Rodando analizamos los pormenores científicos y cinematográficos de esta película de acción que se ha convertido en todo un clásico del género de la ciencia ficción.

Esta es una de mis escenas favoritas de la película, cuando se ven los supuestos efectos de la baja presión atmosférica que existe en Marte, cien veces menor que la terrestre, lo que equivaldría a permanecer a una altura de 30 kilómetros con respecto al nivel del mar de la Tierra. En ese caso la muerte sobreviene por falta de oxígeno, pero no tal como aparece en la película, por supuesto.