Aunque en España se distribuyó con el título de Cuando el destino nos alcance, en realidad casi nadie conoce esta película que el año pasado cumplió cuarenta años por ese nombre, sino por su título original: Soylent Green.

Con dicho nombre se hace alusión al alimento (prácticamente único alimento) con que se nutre una sobredimensionada población empobrecida por la falta de recursos para su subsistencia debido al impacto ambiental producido por la extremadamente numerosa y poco cuidadosa humanidad.

Soylent Green está inspirada en la novela Make Room! Make Room! (¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!) de Harry Harrison (1966), que llevó a sus coetáneos hasta un año 1999 en el que la población humana se habría multiplicado de tal manera que la supervivencia individual y de la especie quedaría totalmente amenazada: lo que se denomina la trampa de Malthus. Stanley R. Greenberg, guionista del film, lleva al espectador unos cuantos años hacia adelante (concretamente a 2022) con respecto a la novela y añade más elementos dramáticos, como por ejemplo, la procedencia del propio Soylent Green.

Gracias a la sitcom americana de los años cincuenta y sesenta Make Room for Daddy la película no se denominó de forma homóloga a la novela de Harrison para evitar que un drama distópico como el que dirigió Richard Fleischer y protagonizó Charlton Heston, Edward G. Robinson y Leigh Taylor-Young pudiera asociarse a la comedia familiar de la CBS. Este nombre ha aportado una entidad única a la película y ha conseguido diferenciarse de otros títulos en la memoria colectiva.

Para llevar a cabo el spoiler científico cuento con la insustituible colaboración de los amigos de Feedback Ciencia Raúl Cornejo, periodista y creador de Vivir Rodando y Manuel Sánchez Angulo, microbiólogo y creador del Podcast del microbio y de Curiosidades de la Microbiología.

Porque este programa es un spoiler y porque después de cuarenta años muchísimos amantes del cine y la ciencia ficción ya habrán tenido la oportunidad de verla, en esta edición de Feedback Ciencia vamos a responder al mayor interrogante de la película: ¿Cuál es el secreto de Soylent Green?

Ya hemos dejado atrás 1999 y los que tengamos suerte también haremos lo propio con 2022. Una recomendación para todos los pesimistas (entre los que me incluyo): el documental Don´t Panic del profesor sueco de salud internacional Hans Rosling.