En el ámbito del cine, cuando el resultado o calidad del proyecto no es el que se habían propuesto en un principio sus creadores, queda un testimonio permanente en forma de película, la cual se puede visualizar una y otra vez. Esta es una de las premisas del Festival Internacional de Cine Cutre de Madrid, más conocida como CutreCon: disfrutar esas películas que por cuestiones técnicas, argumentales, de guion o de mezcla de géneros y tendencias merecen ser vistas en pantalla grande con un numeroso y entregado público.

Recientemente, entre los días 19 y 21 de marzo tuvo lugar la décima edición de la CutreCon, una edición muy especial cuya celebración ha peligrado a causa de la pandemia pero que, finalmente, y con las pertinentes medidas preventivas, se ha podido realizar de manera presencial.

Para hacer balance de la CutreCon contamos con la colaboración de Juan Pérez, uno de los productores de este mítico festival, que nos dará información muy valiosa del concepto de «cine cutre», de la experiencia de asistir a la CutreCon y de las películas proyectadas. Entre otros títulos, analizaremos Campo de batalla: la Tierra (Roger Christian, 2000), una particular historia de opresión alienígena; R.O.T.OR. (Cullen Blaine, 1987), un desastroso policía robótico surgido a rebufo de Robocop o Birdemic (James Nguyen, 2010), una recreación de Los pájaros con presunto mensaje ecologista.