Campus Gutenberg: punto de inflexion

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dsc_0747Uno de los momentos más especiales del Campus Gutenberg: los investigadores aceptan el reto de explicar sus investigaciones en ocho minutos y frente a un jurado que criticará sus aptitudes comunicativas. Oriol Marimon del IRB (Institute in Research in Biomedicine Barcelona) fue el vencedor.

Para mí ha sido la primera edición del Campus Gutenberg, aunque en realidad era la segunda y ahora ya están todos los participantes pensando en la tercera. Las fechas concretas (16 y 17 de septiembre) se han hecho públicas justo en la clausura: cuando apenas falta nada para que empiece a ser pasado ya se reservan mentalmente los días para la próxima cita en Barcelona. Es como ese alojamiento vacacional perfecto, por la razón que sea, en el que se reserva para el próximo año con las maletas en el suelo junto al mostrador de recepción mientras se prepara la partida.

Conforme iba avanzando los estudios de Periodismo me fui dando cuenta de que cada vez me apasionaba y divertía más aprender y comunicar la ciencia a la que había dedicado tanto esfuerzo desde un laboratorio. Al mismo tiempo también me fui dando cuenta de que hay mucha gente interesada en este ámbito y desde perspectivas muy diversas, muchísima más de la que imaginaba en un principio.

Asistir al Campus Gutenberg me ha permitido hacer justo lo que necesitaba en el instante en que lo necesitaba: contextualizar la comunicación científica en estos momentos tan complejos y difíciles, aprender sobre aspectos fundamentales de esta actividad (no siempre se puede llamar “trabajo” en un sentido estricto) y conocer / reencontrar / desvirtualizar a otras personas que no comprenden la vida sin que se hable de la ciencia en todos los ámbitos de la vida. Mi momento: terminar por fin la carrera.

Quiz Gutenberg

La plaza Gutenberg fue punto de encuentro, casual u organizado, para los asistentes. Una de las actividades programadas fue el Science Quiz, concurso presentado por Marta Palomo y Núria Jar. Terminó en empate.

Algunos asistentes son los mismos de un año a otro, otros se estrenan como yo y otros van abandonando por diferentes motivos; unos son alumnos del Máster en Comunicación Científica Médica y Ambiental, otros comienzan ahora en este “lío” y otros tienen ya una larga trayectoria. Algunos temas se repiten y otros se van incorporando al arsenal de temas que todos tenemos en mente y que cada uno aborda según su criterio y circunstancias. El uso de las redes sociales es uno de los que siempre se debate en las reuniones de comunicadores. Aunque pueda parecer que siempre se hable de lo mismo, en realidad se pueden encontrar nuevas inspiraciones y enfoques gracias a la diversidad de los ponentes. Incluso se pueden establecer unas pautas generales gracias al taller impartido por Moisés/Óscar Menéndez, que en el blog de la Asociación Española de Comunicación Científica comparte con todos los diez mandamientos del tuitero científico que le fueron “entregados” y que negoció con los asistentes al taller.

La vida cambia muy deprisa, en los apenas dos días de Campus ha muerto Santiago Carrillo, ha dimitido Esperanza Aguirre y ha nacido un nuevo diario; más todos los cambios que experimentamos cada uno de nosotros y nuestro entorno. A pesar de todo lo positivo la sensación es agridulce: muchos comunicadores y talento y pocas oportunidades y voluntades desde la mayoría de sectores que deberían apoyar la ciencia y su difusión. La ilusión, la lucha y la colaboración de todos será fundamental para hacer que los cambios que nos depare el futuro sean para mejor. Alguno dependerá de nosotros…

Nota: Por si a alguien le interesa, aquí está el enlace del liveblog de las jornadas que ha realizado Cristina Valentí, que espera ser completado con las aportaciones del resto de participantes.

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